A ver si alguien me hace alguna valoración por aquí!
MAL TIEMPO
Hacía muy buen
tiempo. Un sol radiante iluminaba los edificios de las instalaciones centrales.
En el departamento de criminología se volvían a reunir, como siempre, dos
viejos compañeros de trabajo ligados por un pasado... digamos poco
convencional.
Gruenewald y
Ferrell se conocieron cuando la primera fue destinada allí, después de haber
sido trasladada desde Valencia, y fue puesta a prueba por su jefe. La prueba no
era otra que seguir las oscuras investigaciones del agente Ferrell.
Y en efecto, eran
bastante oscuras. Pere Ferrell siempre se había destacado por pedir los casos
más escabrosos, más rodeados de hechos inexplicables. Algunos decían que era
para llamar la atención, otros decían que estaba loco, que se creía al pie de
la letra todo lo que había visto, o que creía haber visto. Lo cierto era que
solucionaba muy pocos casos, y en su mayoría con pruebas insuficientes.
Pero se habían
tomado afecto el uno al otro. Ferrell compartía con Gruenewald las leyendas
ocultistas que sabía, y ella siempre desempeñaba un contrapunto realista y "terrenal"
respecto a su compañero.
En esa mañana
soleada fue, pues, cuando comenzó uno de los casos más extraños, fascinantes y
peligrosos que jamás habían tenido en su carrera. Gruenewald llegó la última al
despacho. Su compañero ya se encontraba allí, sentado en su mesa medio en
penumbra, las persianas bajadas, muy concentrado en unos papeles.
- Toc, toc. -
Dijo irónicamente en tono de saludo, viendo que Ferrell se había dado cuenta de
su presencia.
- Hola. Perdona
si no he levantado la vista, es que esto me tiene absorbido.
- ¿De qué se
trata esta vez ? Dime que ahora perseguiremos a un estafador de ancianos, por
favor .
- Mucho me temo
que no. Escucha esto: En el municipio de Montfosc, vecino de Dosrius, en el
noreste de Barcelona, ha habido, desde hace unos meses, inexplicables robos en
tiendas y viviendas. Los testimonios dados son diversos, en general gente que
estaba vendiendo tranquilamente y de repente se encontraron solos en medio de
una tienda vacía, o bien personas normales y corrientes que veían como de un
segundo a otro desaparecían de casa los objetos más valiosos.
Los profesionales
pertinentes lo han estado investigando, sin encontrar el más mínimo indicio de
los culpables. El perfil de los sospechosos, así como sus móviles, son vagos. ¿Cómo
trazar la psicología de un fantasma que actúa en un segundo, no deja huellas ni
ha sido visto por nadie?
- Déjame adivinar
lo que viene ahora . ¿Más problemas?
- Pues sí. Los
robos se han acabado.
- ¿Entonces?
- Ahora ha pasado
a cosas más serias.
Ferrell apartó
las hojas que estaba leyendo y dictando, y debajo apareció un sobre marrón. Lo
cogió por la parte de abajo y, sacudiéndolo arriba y abajo, hizo caer su
contenido sobre la mesa. Eran dos fotos.
En una de ellas
se veía una casa, unifamiliar y de construcción nueva. En la segunda estaba el
retrato de un cadáver.
- Carlos Martínez,
treinta y siete años. Padre de familia y economista de éxito. Casualmente era
el único testigo de uno de los últimos robos, en una tienda de informática.
Paseaba tranquilamente por la calle hace pocas horas, y de repente a su cuello...
- ¿Alguien le ha
atacado?
- Si fuera tan
fácil el caso estaría cerrado. - Ferrell acercó una lupa a la foto de la víctima.
Tenía el cuello abierto como una máquina expendedora de caramelos PEZ.
Gruenewald tomó
ella misma la lupa y los ojos se le ensancharon.
- ¿Lo entiendes
ahora? - Dijo Ferrell con tono irónico.
- No - respondió la
especialista en homicidios - ¿Me estás diciendo que de repente en su cuello ha
aparecido un corte que lo ha matado? Lo que me dices parece un episodio malo de
Historias para no dormir.
- ¿Tienes una
explicación mejor?
- Este corte está
hecho con un objeto muy afilado, con toda seguridad un bisturí de operaciones.
Debería ver el cadáver para afirmarlo, pero creo que ha sido obra de un
profesional.
- ¿Uno de tu ramo?
- Un maestro, tal
vez.
( Continuará...)
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